lunes, 22 de diciembre de 2008

En este pais cada vez es mas dificil ser optimista

Vivir bajo este gobierno es como vivir con una nube negra que se aproxima, con vientos de catástrofe, indetenible, la vemos a lo lejos y pensamos - ingenuo que es uno- que estamos fuera de su alcance y esperamos a que se desvanezca por si sola.

A diario nos levantamos, nos bañamos, nos desayunamos y salimos a nuestros trabajos intentando no pensar en eso. "naa, seguro exagero ¿qué es lo peor que podría pasar?" pienso para mis adentros. Pero en el fondo sé que tarde o temprano tendremos lidiar con ese asunto.

Hoy desperté con la horrible sensación de su inminente llegada. De pronto siento un nudo en mi estomago y se me dificulta incluso tomar agua. Son otra vez las mariposas, esas que no se cansan de revolotear ahí dentro cada vez que pienso en lo que no quiero pensar.

Es el estress, ese que nos prepara para pelear en defensa propia o para huir con tal de salvar la vida, pero no puedo pelear contra una nube, una sensación, una idea. Quisiera huir pero no se hacia donde, ni cómo. Tendré que esperar a un grado mas de desesperación, a lo mejor en ese momento ya no importa el donde y solo importa correr, correr por nuestras vidas lo más rápido y lejos que se pueda.

Mientras tanto tendré que lidiar con esas mariposas, con esa nube, con la incompetencia generalizada de nuestros "nuevos gerentes" y con esas ganas locas de salir corriendo, mientras veo que imparables, empiezan a caer los pedazos a mi lado.

1 comentario:

Milakass dijo...

Pues si, aquí nos despertamos todos los días con la expectativa de lo que pasará o que no pasará. Siempre que pienso "La cosa no se puede poner peor" pasan cosas aún más increíbles. Cada vez más se nos cierran más posibilidades, estamos más expuestos a una calidad de vida injusta, a estresarnos, a vivir paranoicos y ya parece que salir de la ciudad de Caracas no es la solución porque es como un virus que se esparce por todo el país.
Cuando leí tu post anterior me convenzo cada día que buscar una manera agradable de vivir tranquilo se hace más cuesta arriba. Que tristeza pensar en la posibilidad de irse del país donde uno nació.