Y es que a veces, cuando la inspiración se nos va y sentimos como la ciudad nos abruma con tanto ruido, basura, caos y desorden, vale la pena plantearse un proyecto fotográfico partiendo de una pregunta hipotética (aunque sé que muchos se la están planteando de manera real): "si tuviera que abandonar mi país/ mi ciudad/mi casa ¿qué extrañaría de ella?" aquí algunas de mis posibles respuestas:
las señales de transito que se descascaran y mudan la piel
el verde de las hojas atravesado por la luz del sol
encontrarse con la calma de La Estancia en medio de la Francisco de Miranda
los colores chillones del Metro
los mosaicos olvidados en las fachadas de los edificios mas viejos
los semaforos intelegentes y los edificios nuevos que parecen viejos
la gente solitaria que camina con paso seguro
las casas viejas de Chacao que dejan asomar de qué cosa están hechas
la gente conversadora que usa los bancos para sentarse
los helados Efe
los graffitis bien hechos y los que posan disimulando
los trapos de colores colgando en los tendederos
los edificios modernos y el mural de la Libertador
la gente que trabaja aun cuando debería estar descanzando
los asquerositos con sus infinitas salsas
los cepillados de tamarindo con leche condensada
los pisos de granito
las tienditas hermosas escondidas en cualquier calle
Los Palos Grandes
el Avila al caer la noche pintandose de azul
Es fácil saber porqué odiamos a nuestra ciudad, por el contrario es más difícil definir porqué la queremos. Y tu ¿qué extrañarías de tu ciudad?