"Una investigación reciente asegura que aún una pequeña exposición a los gases emanados por el combustible puede afectar la forma como funciona el cerebro... Los investigadores afirman que cuando las partículas de las emisiones de la gasolina se depositan en el tejido cerebral ocurre un efecto de estrés oxidativo."
"Este mecanismo ya ha sido vinculado a enfermedades neurodegenerativas como Parkinson y Alzheimer."
Con razón en esta ciudad nadie se acuerda de los disparatados comentarios de nuestra clase dirigente (y yo que pensaba que lo mio era un problema puntual)
Fuente: bbcmundo
2 comentarios:
Ja, lo que tu no sabes es que en realidad los autobuses y autos en mal estado se deben a repuestos deficientes vendidos por empresas transnacionales, tapaderas de la CIA, conspirando para enfermarnos.
Esto no es más que otra muestra del largo brazo del imperio, igual que el virus del dengue reformado geneticamente.
Estamos fritos. Y si eso no bastara, el Vaticano ahora considera que contaminar es pecar. Es decir, que por culpa de un pecado no recordaremos a dónde ibamos. Estamos refritos.
Un beso.
Publicar un comentario